dijous, 20 de desembre del 2018

19 de Diciembre de 2018 - CHARLA IES JORDI SANT JORDI

Ayer estuvimos dando una charla sobre el papel de los y las Técnicas de Integración Social dentro del ámbito educativo. Presentamos al alumnado nuestros proyectos de Integración Socio-educativa y les dejamos patente la realidad de la necesidad de una figura como la nuestra dentro de este ámbito.
Esperamos haber aclarado todas las dudas que nos plantearon tanto con el Ciclo como con el trabajo de campo.
Queremos agradecer al IES la oportunidad recibida, nos vino muy bien darnos cuenta de todo el trabajo bien hecho que estamos realizando y de todos los logros conseguidos en tan solo cinco años de recorrido de la Asociación. Agradecer a los y las alumnas el interés mostrado y tal y como ya les comentamos ayer, les animamos a salir a la calle y pelear por hacerse un hueco dentro del campo de la Integración, los menores nos necesitan y encima es un trabajo vocacional cosas difíciles de convinar en estos tiempos.
Dejar claro que seguiremos peleando por cumplir uno de los objetivos más importantes que tenemos en Sembrant Camins, que es hacer del TIS un nuevo yacimiento de empleo.
Siempre es un placer acudir al IES Jordi de Sant Jordi. Esperamos vernos pronto y desde aquí decirles que para lo que necesiten ya saben como localizarnos.

ACTIVIDAD GRUPAL EN EL IES PATACONA


¿Qué se le puede decir a un adolescente con una historia familiar y de comportamiento difícil que, con la mirada perdida en un punto, tiembla de rabia y aguanta el odio y el llanto como puede, mientras espera fuera de la sala de profesores a ser expulsado de forma inminente? ¿Qué se le puede decir? Con esta escena empezamos Marivi y yo hace unos días una jornada de trabajo como integradoras de nuestra asociación Sembrant Camins en el IES de Patacona, centro que apuesta por disminuir la incidencia de estos casos desde la responsabilidad compartida.
Pues bien, ¿qué se le puede decir?
La urgencia del momento pedia sermonear claramente (a ver.. qué has hecho ahora?), pero fue tan fácil reconocer a un niño asustado al mirarle a los ojos que le dejamos hablar sin cortapisas y en total libertad. Todo un acierto.
Y así sin juicios le siguió, al obvio relato de los hechos, una cosa muy importante: la expresión de emociones negativas ante circunstancias personales que confirman la existencia de heridas profundas que ningún ser a tan corta edad debiera nunca experimentar. ¿Quién puede entonces atreverse a juzgar?


Nuestra conversación posterior a tres no tuvo desperdicio; se habló de responsabilidad ante los hechos en los que sí podemos influir, de la posibilidad de elegir a personas positivas para nuestra vida, de cómo gestionar las turbulencias de las emociones, y de otras muchas cosas que permitieron bajar las pulsaciones y calmar la mente. Nuestro ahora sí adolescente miraba por fin con otros ojos.
Gracias también a los profesores con los que teníamos actividad ese día pudimos entrar con él a las respectivas clases, una de ellas era la suya propia, y la verdad es que verlo participar activo y consciente del buen uso de su libertad fue el mejor pago a nuestra labor. Estas cosas son las que día a día nos impulsan a seguir y seguir a pesar de la gravilla en el camino, ya lo creo que sí. 
 
En las fotos, momentos de la actividad "Convivencia en el Aula" donde empleamos la técnica de "El ovillo" con alumnos de 1° de la ESO, y 1° de Formación Profesional Básica. También aparecen instantáneas de nuestro paseo posterior por la playa de la Patacona para disfrutar, cerquita del mar, intercambiando las sensaciones de lo vivido y planteando nuevos modos compartidos de intervención.